Uno de los planteamientos principales respecto al
cáncer consiste en ¿cuándo habrá una cura? Pero en general es una pregunta
complicada y difícil de responder debido a que el cáncer no es una enfermedad,
sino muchos trastornos que comparten una alteración profunda de la regulación
del crecimiento.
Neoplasia significa “nuevo crecimiento”. Tumor es un
término que se aplicó a la tumefacción causada por una inflamación, pero este término
ya no es usado comúnmente. Actualmente se utiliza el término neoplasia. La
oncología es el término que se utiliza para llamar al estudio de los tumores o
neoplasias. A pesar de toda la terminología ya descrita es difícil englobar una
definición concreta, pero el oncólogo británico Willis se acercó al decir que
“Una neoplasia es una masa anormal de tejido cuyo crecimiento excede y esta
descoordinado con el de los tejidos normales, y persiste de la misma forma
excesiva después de cesar los estímulos que desencadenaron el cambio.”
La persistencia de los tumores se debe a unas
alteraciones genéticas que se transmiten a la progenie de las células
tumorales. Estos cambios genéticos permiten una proliferación excesiva y no
regulada que llega a hacerse autónoma.
Existen diferentes tipos de cáncer, algunos son
curables, como el linfoma de Hodgkin, y otros incurables, como el
adenocarcinoma pancreático que tiene una alta mortalidad.
Existen tumores que son inocentes y otros que no, a
lo cual llamaremos benignos y malignos. Un tumor benigno es aquel que en sus
características microscópicas y macroscópicas se presenta inocentemente. Esto
nos dice que no se podrá diseminar y que es susceptible a la extirpación. Estos
se designan añadiendo el sufijo “-oma” a la célula de origen.
Los tumores malignos se denominan en conjunto cánceres,
que deriva de la palabra latina que significa “cangrejo”, porque se adhieren a
cualquier parte. Es un tipo de neoplasia “maligna” lo cual implica que la
lesión puede propagarse e invadir y destruir las estructuras adyacentes y
diseminarse a localizaciones distantes para causar la muerte. No todos causan
la muerte ya que pueden encontrarse en el momento oportuno para extirparlo,
pero el término maligno es una alerta de “amenaza”. Estos se nombran
dependiendo el origen de la afección, los de origen mesenquimatoso se denominan
“sarcomas” y los de origen celular epitelial “carcinomas”.
Todos los tumores, tanto benignos como malignos
constan de dos componentes básicos:
- Células neoplásicas clónales que constituyen su parénquima.
- Estroma reactivo formado por tejido conjuntivo, vasos sanguíneos y cantidades variables de macrófagos y linfocitos.
Un tumor maligno y un benigno se pueden diferenciar
tomando en cuenta la diferenciación y la anaplasia, la velocidad de
crecimiento, la invasión local y las metástasis.
La diferenciación se refiere al grado en el que las
células parenquimatosas neoplásicas se asemejan a las células parenquimatosas
normales correspondientes, tanto en morfología como funcionalmente. La ausencia
de diferenciación se llama anaplasia. Las neoplasias malignas se caracterizan
por amplias variaciones en la diferenciación celular parenquimatosa. A diferencia de estos la anaplasia se asocia a
otros cambios morfológicos como: Pleomorfismo, morfología nuclear anormal,
mitosis y pérdida de polaridad.
Existen otros dos términos relacionados, los cuales
son: Metaplasia y displasia. La metaplasia se refiere a la sustitución de un
tipo de célula por otro tipo. Y casi siempre se encuentra asociada a lesión,
reparación y regeneración celular. La Displasia es un término que significa
crecimiento desordenado, generalmente aparece en el tejido metaplásico, aunque
no todo el tejido metaplásico es displásico.
La velocidad de crecimiento de un tumor o neoplasia
esta determinado por tres factores principales:
- El tiempo de duplicación de las células tumorales.
- La fracción de células tumorales que están en el fondo común replicativo.
- La velocidad a la que se eliminan o mueren las células.
Los tumores de rápido crecimiento pueden tener un
alto recambio celular, lo que implica que las velocidades, tanto de
proliferación como de apoptosis, son altas. El tumor tiene que crecer, lo que
implica que la velocidad de proliferación debe superar a la de muerte celular.
La fracción de crecimiento de las celular tumorales
tiene un profundo efecto sobre su susceptibilidad a la quimioterapia.
Casi todos los tumores benignos crecen como masas
expansivas cohesivas que permanecen localizadas en su lugar de origen y no
tienen la capacidad de infiltrar, invadir o metastatizar a localizaciones
distantes como hacen los tumores malignos. El crecimiento de los cánceres se
acompaña de infiltración, invasión y destrucción progresiva del tejido
circundante. En general, los tumores malignos están poco delimitados del tejido
normal circundante y está ausente un plano de separación definido.
Las metástasis son implantes tumorales sin
continuidad con el tumor primario. Marcan de forma inequívoca un tumor como
maligno, debido a que los tumores benignos no se metastatizan. La diseminación
de los áanceres puede producirse a través de tres vías:
- Siembra directa de las cavidades o superficies corporales
- Extensión linfática
- Extensión hematógena
BIBLIOGRAFÍA
- Robbins S, Cotran R, Kummar V, Collins T, Fausto N, Aster J, et al.Vasos Sanguíneos. En: Patología Funcional y Estructural, 8 ed. Barcelona, España: Elsevier España, S.L: 2010.