Cuando
nos referimos a las causas del proceso neoplásico estas se deben considerar desde
dos perspectivas u orígenes. Uno molecular, interior de las propias células y
uno externo, cuya iniciación y desarrollo está relacionado con factores como
edad, herencia y medio en el cual la persona vive (2).
El
proceso carcinógeno es consecuencia de la interacción de varios factores de
riesgo o bien de una exposición repetida a un agente carcinógeno. Entre los
factores externos que predisponen al proceso neoplásico están:
- Factores Geográficos y Ambientales: se piensa que estos son los que más influyen al proceso neoplásico, ya que los factores ambientales proporcionan un riesgo de oncogénesis del 65% y los hereditarios del 26 al 42%. Se encuentran diferencias en la incidencia y mortalidad de cáncer en distintos lugares del mundo, esto se presenta por la clase de vida, alimentación y ambiente que tiene cada país (1).
- Estilo de Vida: el sobrepeso, el abuso de alcohol y de cigarrillos está altamente relacionado a la predisposición de diversas clases de cáncer (1).
- Edad: tiene una prevalencia usual en los últimos años de vida, que se explica por la acumulación de mutaciones somáticas asociadas a la aparición de neoplasias malignas y por la disminución de la inmunidad que acompaña al envejecimiento. Aunque también puede presentarse en niños menores de 15 años, pero los tipos de cáncer predominantes a esta edad son diferentes a los del adulto (leucemia aguda, neuroblastoma y retinoblastoma) (1).
- Producción Hormonal: se asocia a procesos neoplásicos de mama, ovarios y endometrio en mujeres y tumores de próstata y testículos en hombres. No se conoce exactamente el mecanismo por el cual estos procesos se relacionan, se piensa que puede deberse a la capacidad hormonal de estimular la división celular de un fenotipo maligno (2).
- Predisposición Genética: Los procesos hereditarios incluyen varios cánceres que están bien definidos, en los que solamente se hereda un gen mutante autosómico dominante único que incrementa el riesgo a desarrollar tumores. Generalmente esta mutación es puntual y se produce en un único alelo de un gen supresor tumoral. En cada síndrome hereditario los tumores se organizan de manera localizada en tejidos específicos, aunque pueden diseminarse a más de un lugar (1).
Los
procesos internos y externos de una neoplasia se complementan de tal forma que
es difícil separar sus bases y etiología, ya que interactúan de una forma
cercana, pudiéndose observar que incluso en tumores con un componente
hereditario definido el riesgo de desarrollarse se ve aumentado por procesos no
genéticos (1,2).
Respecto
a los factores internos celulares, se piensa que la patogenia molecular del
cáncer se relaciona con lesiones o mutaciones genéticas denominadas oncogénesis
y con alteraciones fisiológicas resultantes de este proceso que transforman una
célula normal en una cancerígena (2).
La
oncogénesis es el mecanismo por el cual los genes que se encargan del control
del crecimiento y replicación celular sufren alguna clase de alteración, estos
genes pueden ser de 3 tipos: protooncogenes, genes supresores tumorales o genes
de la apoptosis (2). De los cuales se comentará en apartados posteriores.
BIBLIOGRAFÍA
- Robbins S, Cotran R, Kummar V, Collins T, Fausto N, Aster J, et al. Neoplasias. En: Patología Funcional y Estructural, 8ª ed. Barcelona, España: Elsevier España, S.L: 2010.
- Carol M. Port. Neoplasias. En: Fisiopatología Salud-enfermedad un enfoque conceptual, 7ª ed. Editorial Panamericana, 2006.